Lo que no se muestra no se vende
1. El poder de una buena foto.
Piensa en la cantidad de persona que van a ver las fotos de tu propiedad. Debido a esto tus fotografías se deben diferenciar del resto y así logren llamar la atención de la gente, en el buen sentido.
2. No escondas las fotos.
Hoy en día los compradores no quieren perder el tiempo o llevarse sorpresas al momento de llegar a una propiedad. Por eso es importante tener fotografías listas para mostrar a los clientes potenciales.
3. Detallar cada área de la vivienda.
Con un par de fotos de cada habitación tomadas de manera correcta suele ser suficiente. Esto ayudara que el comprador interesado conozca cada área de tu propiedad.
4. No estás enseñando tu casa.
Recuerda que estás poniendo a la venta una vivienda, no enseñando tu casa. Lo mejor es deshacerse de todo aquello que pueda identificarte (objetos personales y fotografías) y convertir la vivienda en un espacio neutro.
5. No te olvides de los detalles.
Evita las llaves encima de la mesa, un maletín en el suelo, la funda de la cámara en una esquina, la tapa levantada en el baño, ropa por el suelo, platos sucios o el árbol de navidad en julio. Cuidar poco del detalle es aquello que más profesionalidad resta a tus fotos.
3. No utilices el flash.
Cuando añadas a tu agenda la hora a la que quieras hacer fotos a una vivienda, ten en cuenta la iluminación que habrá en el lugar. El interior debe ser lo más luminoso posible, evitando luz directa y flash. Sube persianas y cortinas.
5. No es momento de experimentar.
Si eres novato en esto y no sabes utilizar una cámara profesional correctamente, haz uso del modo automático para todo. En la mayoría de los casos dará buen resultado, te ahorrá tiempo y también algunos desastres en las imágenes. Puedes fijarte en los ángulos e iluminaciones de fotografías profesionales para usarlas como referencia.
6. No te olvides de los detalles.
Evita las llaves encima de la mesa, un maletín en el suelo, la funda de la cámara en una esquina, la tapa levantada en el baño, ropa por el suelo, platos sucios o el árbol de navidad en julio. Cuidar poco del detalle es aquello que más profesionalidad resta a tus fotos.
7. No asustes a nadie.
Las fotografías inmobiliarias están plagadas de fantasmas y reflejos paranormales, pídeles amablemente que abandonen la sala. Es importante también que juegues con los ángulos o el temporizador de tu cámara para evitar cualquier tipo de reflejo que te delate.
8. No dejes la TV encendida.
Los seres humanos somos así: si vemos una tele encendida en la foto, intentaremos adivinar qué programa está puesto. Lo mismo sucederá con ordenadores, tablets y demás pantallas. Evita este tipo de distracciones. Si tienes una chimenea, esa sí la puedes encender.